jueves, 17 de enero de 2008

INC: Los restos del 2007


Algunas airadas conclusiones de lo que se fue y de lo que se viene.

Tenemos, sin duda, la peor gestión del Instituto Nacional de Cultura en varios años. Bajo la batuta de Bákula se ha iniciado una degradación del Instituto Nacional de ¿Censura? ¿Incultura? En fin, qué se puede decir de un ente que obedece servilmente las bravatas de un oficial del ejército llegando incluso a la censura (el Caso Quijano), que despide con ligereza e impunidad a probados profesionales del Instituto (despidos que serán llenados, inexorablemente, por apristas con carnet) o que despilfarra el dinero de los contribuyentes en construir dentro del local del INC una Capilla de rito católico (Como si estuviésemos en un Estado confesional, como la España de Franco) o, peor aún, se convoca un ridículo concurso de…Nacimientos cuando, por ejemplo, el Perú es uno de los pocos países sin un Premio Nacional de Literatura (bueno, sin premios nacionales de nada). Desfinanciado, sin un plan coherente, sumido todo en un espeso (y para mí nauseabundo) tufo beato; Bákula ha hecho que extrañemos la anterior gestión de Luis Guillermo Lumbreras (que tampoco fue nada del otro jueves, dicho sea de paso).

Lo peor es cualquier extranjero medianamente informado que llega a nuestro país se extraña que en el Perú se gaste tan poco en cultura, que los mejores museos terminen en manos privadas, que no sea –ni por asomo- una de las mayores editoras de libros culturales en el país, que no haya ni una mínima política de becas para artistas y profesionales, que haya tanta lenidad en el cuidado del patrimonio histórico, que el Vértice del Museo de la Nación se alquile incluso a charlatanes como Miguel Angel Cornejo, mientras miles de artistas peruanos no pueden conseguir un espacio donde ofrecer su creación. En fin, palmariamente, el INC actual es fiel reflejo de lo que el APRA entiende por política cultural.

Ah, y si creen que exagero, otros bloggers demostrarán que me quedo corto en mis críticas.


En cualquier otro país, frente a la presión del mundo de la cultura, ya habrían cambiado a Bákula. Aunque fuera por mínima decencia. Pero ya sabemos que vivimos bajo el reinado de la soberbia y la huachafería: más Bákula para el 2008.

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