Y para días como éste, nada como los versos de aquel legendario poema de Cesáreo Martínez:
A nosotros, señores del poder, nos ampara la confianza de la luz.
Así vive el hombre, en sus días de oro, camino
De la perfección.
Y así, bajo el sol, fueron saliendo estos cedazos de amor llamados
curiosamente
Chavín, Viet-Nam, Chile, Arizona o Cotahuasi
Nombres de pueblos que han andado por sus caminos
Alimentándose,
Tomando agua en sus propias manos, a su tiempo.
Y para procurarnos comida en este país, señores del poder,
Hemos convertido la noche
En días interminables, hemos gastado nuestros cuerpos inútilmente
Mas no conseguimos evitar el rencor de nuestros hijos en la mesa
vacía.
En esta comarca, señores del poder, hace siglos que la vida es
imposible.
Imposible la inocencia del viento y en el mercado danza la
pesadilla
Panza la escasez omnipotente y con botas, sencillamente siniestra
Como la boca de una metralleta en mi pecho.
De Cinco razones puras para comprometerse (con la huelga)
Sacado del blog Bosque de Palabras.
3 comentarios:
¿Se acabó el blog?
De eso nada, un breve paréntesis ayacuchano...
Pucha que eres bien ocioso. A que no posteas esto.
Ponte a escribir oeeeeee.
el puente limbo ybarra
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