viernes, 23 de julio de 2010

DE LAS POETAS DEL BICENTENARIO




Viven en Pamplona Alta, en la periferia sur de Lima. Es un espacio de pobreza y pobreza extrema. En sus alturas tenemos unas de las zonas más deprimidas del país (no hay que ir hasta Huancavelica para conocer la miseria peruana) donde más de cien mil personas viven apiñadas en casuchas de plástico y triplay sin servicios públicos de luz, agua y desagüe, junto a chancherías clandestinas y sin un hospital decente en muchos kilómetros a la redonda. Las familias se recursean cavando zanjas para los programas eventuales del gobierno por quince soles diarios o tejiendo chompas de lana que venden a los proveedores por no más de dos soles la unidad. Buena parte de las familias están rotas, las dirigen heroicamente madres de familia abandonadas junto a los hijos mayores que tienen trabajar y estudiar al mismo tiempo. El índice de embarazo adolescente es uno de los más altos de Lima.

Allí, los colegios públicos tienen una serie de carencias, desde carpetas ruinosas que desafían la ley de la gravedad hasta rincones polvorientos que otrora encerraban alguna biblioteca cerrada (¿para siempre?) por endémica falta de personal. Los profesores tienen que enfrentarse (¿inútilmente?) al clima de agresividad juvenil, violencia familiar y trabajo infantil que diariamente sabotea cualquier proyecto educativo. Hay adolescentes que se levantan a las cinco de la mañana para trabajar y a la una de la tarde ingresan a su colegio a seguir las clases de forma casi catatónica. Cualquier menor de edad puede comprar trago en las bodegas de la zona sin ninguna restricción y consumirlas en cabinas de Internet o en determinados descampados, que son los puntos de encuentros furtivos de adolescentes y mototaxistas. Los mismos descampados que también son tristemente conocidos como escenarios de raptos, consumo de droga y agresiones sexuales de todo tipo.

Como música de fondo, los kioskos de prensa infestados de titulares sensacionalistas por las mañanas y este fascista dirigiendo la telebasura nacional por las tardes.

Y sin embargo, esta zona no está llena de chicos suicidas o carne de hampa. Más bien, se resisten al feroz menú cotidiano. Quieren hacer otras cosas, quieren probar otras cosas. Hacer literatura, por ejemplo. Y desde hace un año que trabajamos talleres de creación literaria en un par de colegios de Pamplona Alta.

Hacer un taller de creación literaria en esta parte del país no es muy complicado. Es mentira eso que los chicos no leen o solamente viven para la crónica roja y el bailongo. Al contrario, es en lugares como éste donde la literatura se convierte en otra forma de enfrentar los hechos, a veces en una vía de liberación.

La ignorancia de la historia de la literatura (ignorancia que puede alcanzar tranquilamente a la gran mayoría de nuestra población universitaria) no resulta una rémora sino más bien un acicate. Vallejo, Eguren, Arguedas, Florián aparecieron como personajes de carne y hueso y dejaron de ser esos monumentos hieráticos que pueblan nuestros libros de texto. Las chicas se enteran que en el Perú a los poetas también los metían a la cárcel, los mataban de hambre, les obligaban a irse del país. Que Ciro Alegría escribía sus novelas derribado en su lecho de enfermo. Que la Tía Julia de Vargas Llosa y el Loco Moncada de Arguedas existieron de verdad.

Cuando se toparon por primera vez con los Cinco Metros de Poemas de Carlos Oquendo de Amat fue extraordinario: no podían creer que se podía desafiar tan abiertamente los cánones clásicos (en el colegio nos malacostumbran a que toda poesía debe tener una rima y una métrica), que se podía ser tan radicalmente innovador y mucho menos aún que hubiera sido escrito hace más de ochenta años. Cuando les leí el Julio Polar de Juan Ramírez Ruiz armaron una frenética discusión sobre si eso era poesía o no. Una discusión que -a mí me consta, como decía el poeta- han eludido varios claustros y facultades de demasiadas universidades capitalinas.

¿De qué escriben esos chicos y chicas?¿De qué pueden escribir? Evidentemente de lo que no le gusta ni le interesa al Ministerio de Educación. En la convocatoria para los Juegos Florales Nacionales de este año, los burócratas apristas fueron muy claros en su concepto de literatura para jóvenes: "Se recomienda que los estudiantes compongan poemas con temática que reflejen la esperanza, el amor, el optimismo, la pujanza, el valor, la heroicidad, las raíces históricas de la nación peruana, la dignidad y el orgullo colectivo del pueblo; descartándose poemas con temáticas lastimeras, pesimistas o depresivas. Motivo por el cual se sugiere investigar a poetas peruanos en esa línea".

Se pueden imaginar los horrores que obligan a escribir a nuestros hijos.

Sin embargo -y a pesar de ello- Carlos, de quince años, que cuida de su hermano pequeño, escribe:


"Me envolvieron en una
bolsa primero y en una
caja después. Para que me cuidara del polvo
y de la maldad.

Me pusieron fecha de caducidad
y también la fecha de mi muerte.

Pero no me pongo triste..."


Nilda, de trece años, trabajadora infantil doméstica desde los diez, es más directa:


"La vida
apenas da
tristeza, dolor
vergüenza
tragedias y tormentos.
La vida
no nos sirve
pues en cualquier momento
nos traiciona
y la perdemos
la perdemos..."


En cambio Denisse, de quince años, lo dice con otras imágenes:


"Desde que te fuiste
tengo anoréxico el corazón
pues arrojo cualquier amor

Desde que te fuiste
reconocí mi dolor
y fui a sufridos anónimos

Y ahí me rehabilitaron
y me enseñaron
a vivir sin ti

La cura es hacer versos y versos
como quien da pasos largos
entre la arena seca


(...)tantos versos hice
que hasta me olvidé de ti


Desde que te fuiste
por fin puedo vivir
por fin puedo salir
por fin puedo respirar"


He visto a raperos que compulsivamente improvisan versos mientras van a comprar el pan o acompañan a una amiga calle abajo, o a fanáticos de la ciencia ficción que se ponen a escribir ucronías sin saberlo. O el caso de una estudiante de quince años que trabaja en los mercados desde hace tiempo y redacta con unas faltas de ortografías espantosas; pero tiene la literatura en la sangre y escribe, escribe, escribe todos los días (Y me acuerdo de muchos poetas que me dicen, entre chela y chela, que tienen bloqueo creativo, que ya no escriben porque no ven temas trascendentes en el mundo...).

Evidentemente les he mostrado una antología. La inmensa mayoría de las/los estudiantes de estos talleres escribe desaforadamente acerca del amor ("Cómo olvidar al chico que/calmó la tormenta que había/en mi corazón"), de amor no correspondido ("Mañana, cuando llore sin consuelo/y la juventud pase/y no regrese/¿A quién voy a amar?"), auténticas letras de bolero ("te busqué sin descansar, te busqué sin poder más") bucolismo enternecedor ("teníamos nuestro árbol en la entrada/en un jardín pequeño, da moras cada año en otoño/y llena de hojas las puertas de mi casa") y hasta esos versos que aprobaría cualquier jurado de entrecasa de la UGEL ("porque la amistad, sí, ella/mantiene viva la ilusión/Entonces, nunca dejes de buscar, aunque la magia..."). Sin contar los acrósticos que les he prohibido redactar bajo pena de muerte (bueno, es un decir, digo).

Pero, amigos ¿De qué escribe un adolescente cuando descubre la literatura?

Ya tendrán tiempo de torcerle el llanto a la melancolía, como cantaba Romualdo. Y llegará el día en que maten a la tristeza con un palo, como exhortaba Scorza.

Ellas (y ellos), no me cabe la menor duda, serán las poetas que reciban el Bicentenario y nos canten desde la memoria de su amarga infancia, de su insólita adolescencia. De ese cruel país que están viviendo y al que obligarán a homenajearlo (como ahora le obligan a escribir el respectivo poema para el 28 de julio).

Hace unos meses en Jauja, mientras caminábamos con el poeta Armando Arteaga, vino hacia nosotros una marcial columna de escolares. Pese al calor del mediodía, los adolescentes iban enfundados en abrigos, chompas y chalinas que los hacían sudar a chorros, e igual tenían que marcar el paso, pisar militarmente la grava y marchar al mecánico ritmo que imponía el monitor. Frente a ese penoso espectáculo, Armando me dijo.

-Bueno, por lo menos de ese grupo saldrán tres o cuatro poetas.

Y es que nada como la ignorante arbitrariedad, el autoritarismo cerril y las imposiciones absurdas para despertar en los adolescentes la chispa de la rebeldía y, si hay suerte, también de la poesía. De acá al 2021 cuánta rebeldía puede crear el Perú.

Pero, como sabréis ya de sobra, optimista precisamente no suelo ser. Muchas de estas prometedoras poetas del Bicentenario serán sólo promesas, muchas de ellas terminarán domesticadas o derrotadas por el Sistema, por la rutina, devoradas con igual crueldad por nuestro país. Y quizá el mejor colofón sean los versos de esta hermosa joven a quien llamaremos Claudia, a quien las dificultades familiares y el trabajo infantil no liquidaron su precoz talento. Claudia, ya a punto de terminar el colegio, ha decidido no tomar la literatura en serio. Ella solo quiere escapar del perro de la miseria y posiblemente lo haga:

"Estoy escribiendo
bajo una sombra
tengo sueño
pero no puedo
todos me miran
y yo los veo
no me importa
es para mañana
parece difícil
pero ya entiendo
ya termino
sólo un punto
y listo."


No importa Claudia, la literatura siempre nos espera a todos.


12 comentarios:

areliu dijo...

Quiero conocer a Claudia. Y aprender de ella. Saludos. Luz

César dijo...

Fantástico la nota. Cada línea me ha hecho tragar la arena que abriga el cuerpo de cada habitante de la periferia. Y creo a pié juntillas que nuevamente será desde aquel remoto lugar o de cualquier punto, donde se fomente la fermentación del arte, saldrá un verdadero artista.

Un abrazo.

Anthony Montenegro Rojas dijo...

Gracias por la nota .Entiendo lo que dices desde tu alma ,pues vivo en Huaycan-Ate yo soy testigo dia a dia de los probelmas sociales que imperan en nuestros niños ,adolescentes y jovenes .Puedo ver aquellos territorios desolados lleno de jovenes que se drogan ,eh visto vecinos aun ,es un acto noble y altruista el hacer algun taller y tratar de purgar sus almas a traves de la poesia y literatura ,sin duda amigo ,te habla un ex adolescente que jugaba a un carrusel en esos basurales ,un ex -niño que se perdia en esa masa de zombyes que andan por las calles sin luz en sus ojos ,cual naufragos sin brujula ,como hoja de otoño arrastrada por los aserpentados y venenosos caminos que solo desembocan en la muerte ,enfermedad ,y centros penitenciarios .Hoy por hoy ,soy un poeta de luz ,nadie me enseño a escribir ni hacer poesia ,o meterme en la poesia ,fue un recurso de instinto por sobrevivir ,encontre el camino en la poesia y desde ese dia mi vida tiene sentido,soy un poeta que cual fenix renace entre las cenizas y rudezas de la vida,y apesar de ello eh venido a sembrar una rosa en el arido desierto ,ma sno una espina.Soy de los poetas que encienden la noche preñando a la luna de azules astros que tilitan .Amigo ,agradecerte por estos niños y jovenes que hoy surcan los senderos que antaños yo los padeci ,es cierto que ellos necesitan ver faroles en las penumbras que cercan sus caminos ,ojala halla instituciones ,gente ,grupos,que se preocupen por las raices de nuestro futuro ,que el fruto es el legado de las raiz.
Un abrazo de luz.
Anthony Montenegro.

Feliciano dijo...

POETAS DEL SUR:

Yo escribí mis primeros versos en Ciudad de Dios, cuando no habían casas luego del cementerio de Surquillo y no existía San Roque, ni Pamplona, ni San Gabriel, ni Villa María, ni Nueva Esperanza y menos Villa El Salvador. Y llevé mis versos a todo el Perú, centro y norte América y parte de Europa. Sé de escribir entre esteras y almorzar en restaurantes de Amsterdam donde comían los reyes de Holanda.
Para ello sólo se necesita escribir, duro y bien y difundir. Simón Díaz, padre del "Caballo Viejo" dice en su concierto por sus 80 años: "Nos hay éxito sin difusión".

Javier: qué viene todo ésto. A que desde el plato de comida con concho de arenilla se puede escribir bien y viajar por ello y con ello por el mundo. Eso, para los muchachos de Pamplona y tu experiencia.
Falta difusión. Publicar. En web y en papel.

Tenemos la revistita "CÍRCULO DE FUEGO". Hagamos un número de los POETAS DEL SUR, Y A DIFUNDIR. (Ponte en contacto Javier: Pueden salir autores de gran nivel. Tú ya sembraste).

Y, a propósito: Hace un cochonal de años encontré a jóvenes de talento totalmente inéditos y ninguneados en Iquitos, y les saqué tres plaquetas. Ellos devinieron en Carlos Reyes y Ana Varela -premios Copé- y Percy Vílchez, uno de los mejores.
Con que, hay experiencia.

Avisa. Y que sigan saliendo los Lápices y Martillos, pero no escribas de espectáculos de fútbol -que no es deporte: sólo circo y negocio bien realizado-. Y no te vale apoyarte en autores más o menos valiosos. Camus o Galeano: Ello sólo prueba que geniales autores pueden caer en la imbecilidad y escribir bien sobre ello.

Feliciano Mejía.

Anónimo dijo...

Hola Javier:

Casma nos espera; y espero que luego de que hayan leido este fresco pero realista artículo, no vengan con la perorata que la poesía es exclusividad de los literatos. Cuando la miseria y el hambre carcome nuestras almas y nuestros estómagos, abrinedo zanjas profundas entre la realidad y las ilusiones; podemos apreciar como la poesía brota a raudales espontáneamente como los ya escaos manantiales. Como puede desencadenarse en una saludable catarsis o en un grito de protesta contra el injusto sistema. Poesía, ilusión y esperanza de un mundo nuevo

Anónimo dijo...

Hola Javier:

Casma nos espera; y espero que luego de que hayan leido este fresco pero realista artículo, no vengan con la perorata que la poesía es exclusividad de los literatos. Cuando la miseria y el hambre carcome nuestras almas y nuestros estómagos, abrinedo zanjas profundas entre la realidad y las ilusiones; podemos apreciar como la poesía brota a raudales espontáneamente como los ya escaos manantiales. Como puede desencadenarse en una saludable catarsis o en un grito de protesta contra el injusto sistema. Poesía, ilusión y esperanza de un mundo nuevo

Poeta Ligjero dijo...

por algo se empieza q bien q se usen las letras para sacar esas voces q dificilmente se escuchan en lo cotidiano

Anónimo dijo...

Gracias Javier, millones de gracias por este artículo.. estoy conmovido.

Jinre.

Hernan dijo...

Estimado Javier, qué emoción he sentido al leer este artículo... eso es realmente educar, educir, extraer, motivar a jóvenes que de no ser por esa labor, tal vez caerían en manos del Sistema, la cochinada, los programas concurso, el fútbol, los evangélicos, los trabajólicos, los católicos.

La labor de siembra que realizas es digna de todo elogio... ¿cuántos poetastros pajeros, borrachosos y arribistas pugnan por hacerse de un lugar en el efímero parnaso literario lorcho y se quejan de todo, en vez de trabajar y sembrar para la vida?

Comparto la opinión de Feliciano. Eres libre de escribir de lo que diablos quieras, pero más artículos como éste y menos porquería futbolera, el neocirco romano global, que de deporte tiene sólo la puja de los muchachos que juegan en las pistas entregando el corazón en cada puntapié a una pelota hueva.

Rafael Inocente

PD: Sería interesante hacer una antología de esos muchachos tan buenos y sinceros para escribir. Ya lo sabe Feliciano, mas que sea con poco, pero estoy presto a colaborar con un Círculo de Fuego destinado a aquellos muchachos, estoy seguro que de allí saldrá el Alegría, el Scorza, o quién sabe, una Arguedas o una Vallejo del futuro.

Anónimo dijo...

Muy interesante el tema. Creo que estos chicos son un ejemplo a seguir. El arte sirve como catarsis, para escapar de la horripilancia de la realidad y en medio de tanta miseria y oscuridad encontrar una luz para hacer el mundo más llevadero. Este grupo de chicos necesita mucho apoyo.
Te felicito,
Carlota Yauri

María dijo...

Como siempre nos ilustras con pelos y señales sobre la nueva generación de los poetas de la pobreza.
La poesía y el arte en general sirven para dar forma a todo lo que sucede en el alma humana.
Disfrute mucho del taller de poesía femenina en Pamplona. Me quedé alucinada cuando les hablé de Sor Juana Inés de la Cruz, Emily Dickinson, Sylvia Plath, Gioconda Beli, Gertrude Kolmar, Blanca Valera, las chicas querían saber más y más...Ademá, me sorprendió como algunas de ellas comprendían los poemas y los hacían suyos.
Un abrazo, María

fabrizio fichera dijo...

Buenas Tardes,
estoy llevando  a cabo junto con Fabrizio Fichera, mi hermano, una investigación sobre la Culutra Popular en Lima para el Instituto Casa America de Madrid y estaria muy interesado en ponerme en contacto con Usted.

No hemos conseguido encontrar su correo de contacto por lo tanto esperemos que "facebook" nos haga de enlace.

Esperando recibir pronto noticias suyas,
le dejamos nuestros correos y le mandamos un cordial saludo.

Davide y Fabrizio Fichera