martes, 17 de junio de 2008

MÁS ALLÁ DEL 6-0 (el blog se pone futbolero)




Soy de la generación que estaba acostumbrada a que nuestra selección de fútbol venciera a menudo, le hiciera temblar el suelo a argentinos, guapeara a uruguayos, ganara a los colombianos caminando, aplastara en su momento a ecuatorianos y bolivianos, y nos divirtiéramos ganándole a lo chilenos jugando bonito. Total, en aquellos años, de cuatro mundiales sucesivos celebrados, asistimos a tres.


Por lo tanto, desde el punto de vista meramente futbolero, no puedo ver a nuestra sociedad sino profundamente involucionada. Hoy el país practica un fútbol miserable, con adolescentes anémicos y proclives al fracaso escolar, donde la juventud deja el deporte por el pandillaje, bajo una Federación de fútbol que es un hatajo de mafiosos y mediocres, donde los clubes son caja chica de politicastros y figuretis a quienes les importa un pito el desarrollo del deporte, con infraestructuras educativas paupérrimas, sin ningún trabajo serio en divisiones menores y afirmando una cultura del fútbol próxima a la farándula y las páginas policiales. De nada sirve que hayamos crecido económicamente o que exportemos futbolistas al extranjero. Hemos retrocedido.


Quiero pensar que existe otro Perú. Que frente a la barbarie de Alan García y Burga, hay otro país de peruanos de a pie, anónimos, que construyen otra imagen distinta, más alegre y más solidaria. En fin, dejémosnos llevar por el paisaje que el escritor Félix Huamán Cabrera nos evoca en algún cono de Lima:


"Domingo a las nueve de la mañana. Lima era un viento frío (...) Los compoblanos residentes en Lima habían formado el Centro Social Deportivo Cultural Hijos de Lircay para trabajar por su pueblo tantas veces postergado por la indiferencia de todos los gobiernos (...) Esos objetivos eran los mismos en miles de instituciones pueblerinas, provincianas, departamentales y regionales que se constituían en Lima con el propósito de volver a encontrarse con sus raíces y qué mejor que sus paisanos, porque la gran ciudad los maltrataba mucho (...) qué mejor que encontrarse los sábados y los domingos festejando a los santos de su devoción o en el partido de fútbol entre las agrupaciones que muchas veces llevaban el nombre de los grandes equipos y hasta usaban el color de sus camisetas: Club Alianza Deportiva de Lachaqui, Universitario de Deportes de Unicari, Sport Boys de Warivilca, Atlético Chalaco Wancasanquino, Estudiantes Unidos Sapallanga (...) Ahora le toca al doctor Jacinto, médico cirujano que ha puesto la banda de músicos y el castillo. También está el ingeniero Edilberto Machuca, gran deportista del club Los Maravillosos de Lircay, fue el primero que llevó la pelota de cuero al pueblo y también los chimpunes y las camisetas a rayas.


(...) Y empezó al mediodía con el respectivo partido de fútbol entre Juventud Lircay y el clásico Lircay Sport. Ahora la marinera matizaba el ambiente mientras los cholos pateaban fuera del arco y grupo tras grupo consumían ingentes cantidades de cerveza, comentaba el locutor desde los micrófonos de la radio Siempre Viva, la Voz del Perú profundo, presente en los importantes acontecimientos de la patria chica donde se unen pequeños y grandes, pobres y ricos, profesionales y cachueleros, ricos y pobres para festejar la costumbre más antigua de nuestros pueblos, el anccosay, al son de wajras y cornetas entre las peñas y las quebradas, en los llanos y parajes se baila y se goza el santiago, por eso ahora vamos a escuchar a la Princesita de Llamaspata, acompañada por el arpista rompe cuerda Moshe Wanca en el santiago saca chispa."


de Qantu, flor y tormento (Lima, Ed. San Marcos 2004)


País nos sobra, busquémoslo. Viajando, leyendo, preguntando, escribiéndolo. No dejes que los 6-0 te convenzan que del Perú solo es válido largarse.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Muelle optimismo, pero eso de club cultural deportivo ya está muy visto, de cultural no tiene nada y lo deportivo suele acabar en chupadera. Tampoco se trata de ser ingenuos.

Anónimo dijo...

Es cierto, el fútbol es el mejor pretexto para que la paisanada (o la criollada de callejón de un sólo caño) degenere en borracheras descomunales patrocinados por las empresas cerveceras.

¿Por qué chicha no apoyan la gimnasia, el básquet, la halterofilia, el ciclismo?

Deporte de masas?

Embrutecidas.

C.V.R.

javier dijo...

Anónimos:

No quiero poner a las asociaciones deportivas de migrantes como alternativa a la estructura actual del fútbol profesional. Solo quería resaltar ese ambiente festivo y solidario que emana de esos espacios (y que también se traduce en chupadera. Sí, ¿qué pasa? ¿nunca se han amanecido en un quino de San Juan de Lurigancho?)y que es muy distinto del tono de frustración y amarillismo que puebla ahora cualquier información sobre nuestra selección. Ahora, más allá de los inevitables cambios estructurales para sacar al fútbol y al deporte del agujerazo donde se encuentra, la alternativa pasa también por un retorno a las raíces, a sentir el deporte como un ocio creativo que nos haga sentir mejores y ayude a la autoestima de la comunidad.

Anónimo dijo...

No, jamás me he amanecido en un quino (¿qué es eso?) de San Juan de Lurigancho.
¿Importa eso? ¿Me hace menos peruano, menos popular, menos pulmón del país?
Prefiero amanecerme leyendo.
Y lo de ambiente festivo y solidario...por favor, es lo mismo que cualquier fiesta rave con extasis de por medio. Sería buena una lectura de "Ultimas tardes con Teresa", cuando la protagonista pituca va a una verbena de pueblo (ella, muy progre y comunista), y se quita aburrida y decepcionada de ver lo mismo que en su barrio.

Anónimo dijo...

Qué es un quino, tío?

Últimas Tardes con Teresa: una muy buena novela.

A propósito, Javier, cuándo nos jugamos una pichanguita... repito: el fútbol es el deporte... pero la mafia del fútbol es el nuevo opio del pueblo.

Rafael Inocente

javier dijo...

A ver, manga de carrozas:

Un quino es la celebración de los quince años de una chibola. En los sectores populares el quino es virtualmente un nuevo ritual ciudadano pues la familia (por más misia y endeudada que esté)tirará la casa por la ventana sí o sí. Características del quino: Pintada de la casa y alquiler de toldo porque los interiores son muy chicos, una media de cinco cajas de cerveza, la quinceañera es vestida y peinada por sus amigas, los patas vienen lo más tiza posible dentro de lo que se pueda, ella bajará SIEMPRE por una escalera hasta la escena de la fiesta (incluso en casas que tienen solo un piso, se las apañan para que ella "descienda de los cielos a la tierra"). En ambientes de extrema escasez y bastante violencia, el quino aparece como una ritualización de la persistencia en la vida y la apuesta de futuro. Además es un tono laico, sin virgencitas ni rosarios.

La pituca limeña se decepcionará posiblemente porque casi no circula coca...

Anónimo dijo...

Que carroza suena eso de carroza, je.
Y, en mi opinión,todo eso del quinceañero no es más que una huachafería.

javier dijo...

Usted ha tenido una adolescencia difícil ¿no?