domingo, 11 de mayo de 2008

El cemento contra San Marcos



"-Quiere entrar también a esa olla de grillos de San Marcos en vez de la Católica -don Fermín paladeó la bebida, hizo un gesto de fastidio- le ha dado por hablar mal de los curas, de los militares, de todo, para hacernos rabiar a mí y a su madre.


-Todos los muchachos son un poco rebeldes -dijo él-. Creo que hasta yo lo fui.


-No me lo explico, don Cayo -dijo don Fermín, ahora grave-. Era tan formalito, siempre las mejores notas, hasta beato. Y ahora, descreído, caprichoso. solo me faltaría que me salga comunista, anarquista, qué se yo.


-Entonces va a emprezar a darme dolores de cabeza a mí -sonrió él-. Pero vea, si yo tuviera un hijo, creo que preferiría mandarlo a San Marcos. Hay mucho indeseable, pero es más universidad ¿no cree?


-No es porque en San Marcos se politiquea -dijo don Fermín, con aire distraído-. Además, ahora ha perdido categoría, ya no es como antes. Ahora es una cholería infecta, qué clases de relaciones va a tener el flaco ahí.


Él lo miró sin decir nada y volvió a pestañear y bajar la vista, confundido.


-No es que yo tenga nada contra los cholos -te diste cuenta, hijo de puta-, todo lo contrario, siempre he sido muy democrático..."



Mario Vargas Llosa


Conversación en la Catedral






La desconfianza y la inquina del poder frente a San Marcos viene de largo.


Nuevamente la tombería ha entrado al campus de La Decana. En mis tiempos aún era un riffirrafe al lado del muro donde nosotros tirábamos piedras y ellos perdigones. Luego, nosotros molotovs y ellos fuego real. Luego entraron y montaron un vergonzoso cuartel donde a una generación de sanmarquinos los trataron como a perros. Ahora, lentamente, el viejo espíritu contestatario ha vuelto a tomar cuerpo. Y ha recibido la misma respuesta de siempre: Represión policial y manipulación mediática.


Sin embargo, además del gobierno y los poderes fácticos, el estudiantado sanmarquino tiene otro enemigo.


El hecho que Castañeda pudiera pasar con su aplanadora para construir una autopista fue algo aprobado alegremente en una sesión de la Asamblea Universitaria. Tanto el rector como los dirigentes estudiantiles que estaban allí no dijeron nada en contra. ¿Es que no se dieron cuenta de lo que iba a significar?¿En qué pensaron?¿Qué cuotas de poder, qué manejos de coyuntura pactaron? Y ahora que las excavadoras han derribado el perímetro del campus, el polvo y el ruido atosigan las clases y se han dado enfrentamientos entre los estudiantes y los trabajadores de la construcción; recién se enteran que algo ha salido mal. Y cuando la rabia sanmarquina vuelve a aparecer, inmediatamente cambian de canal y se reconvierten en críticos y revolucionarios, echándose la culpa los unos y los otros. El papel del rector es el más pusilánime. Salva la cara diciendo que va a cambiar las cosas que él mismo firmó.


El cubileteo es una vieja práctica sanmarquina y, como lo dijera socarronamente una vez el profesor García Bedoya "tenemos la burocracia universitaria más antigua de América". De nada sirve tener la razón de nuestra parte si nos falta más visión en elegir nuestros dirigentes y representantes. No tiene sentido pedirle democracia y transparencia al gobierno central y local, mientras dentro de la Decana siga existiendo el mangoneo y la opacidad. La democracia empieza por casa y creo que es la hora que TODAS las autoridades universitarias -incluyendo, cómo no, la representación estudiantil- hagan rendición de cuentas ante asambleas estudiantiles con poder de revocatoria.


También es tiempo que San Marcos responda a las mentiras de la mayoría de los medios con una contracampaña que haga conocer a la ciudadanía lo que hace la universidad: decenas de investigaciones, iniciativas de proyección social, labor cultural extracurricular, apoyo a proyectos de otras instituciones de la sociedad civil y, sobre todo, permanente creación intelectual y artística. San Marcos debe arrinconar a Castañeda en su punto más débil: los asuntos culturales, reducidos por la municipalidad a inaugurar parques huachafos de pago, a enrejar y prohibir la entrada a otros, a montar concursos bizarros de bandas o a reconstruir el Teatro Municipal como si fuera el Monumental de la U (vendiendo palcos y asientos privados a perpetuidad, expulsando al ciudadano de a pie de los futuros conciertos o representaciones). Los sanmarquinos deben enseñarle al alcalde mudo que ellos, con un presupuesto siempre insuficiente, montan decenas de grupos de danzas de alto nivel, inauguran simultaneamente muchas exposiciones en su Centro Cultural y cuentan con un fondo editorial de unas dimensiones impensables para una Gerencia Municipal de Educación, Cultura y Deportes, cuyo portal web de actividades se ha quedado estancado ¡en el 2005! Claro, como solo piensan en cemento...


No sé si San Marcos le pueda ganar la guerra al cemento, pero creo que por fin estamos regresando a un renovado y saludable movimiento estudiantil. Ojalá este asuma formas más críticas, más democráticas y más integradas al grueso de la sociedad. En un país casi sin instituciones, la participación de la Decana en la vida pública no solo es un derecho, sino sobre todo es un deber.
*La foto, del Blog del Morsa. En rojo, la autopista de la discordia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El jefe de la policía nacional, el borderline Salazar, ha salido diciendo que sí hubo excesos por parte de la policía en contra de los estudiantes sanmarquinos, pero "que los perdonen", increíble!

Qué diría este ramplón huelepedo de García si a sus hijos les hubiesen roto la mandíbula a punta de varazos y patadas, les hubiesen roto la cabeza, los hubiesen gaseado estando dentro de la universidad, les hubiesen metido harto palo y por las huevas, los hubiesen arrancado de sus aulas de estudio, de la panadería universitaria, les hubiesen causado heridas graves y los hubiesen tratado como a animales, conchasu...el Perú está de cabeza, señores blogeros...

Sin embargo, a los DELINCUENTES DE LAS BARRAS BRAVAS no les hacen nada.

El fin de semana por la Vía de Evitamiento hordas de delincuentes aficionados al fútbol se dirigían rumbo al estadio y la policía los escoltaba calladita, casi cómplices, como si fuesen angelitos, mientras esta hez humana iba robando a los ambulantes, apedreando a los autos, insultando a las mujeres, metiendo mano a cuanto peatón se les cruzase.

Ahí si se chupan estos cholos ruines que son los policías: cobardes para morir, valientes para matar.

¿Por qué diantres no hablan de esto en los blogs culturetes?

¿O es que esto no les interesa porque sus dueños viven y medran en Yankilandia?

¿Esto no es también parte de la CULTURA PERUANA?

A los estudiantes universitarios LES SACAN SU MIERDA, los torturan, los queman y los desaparecen y el AUTOR INTELECTUAL (protegido por Alan García, visitado por meretrices y sus amigos congresistas corruptos) retozando en un palacete diseñado de acuerdo a su gusto, mientras LOS BARRISTAS BRAVOS son ensalzados en las series de televisión (esa perra de Michel Alexander)que el cholerío contempla acrítico y complaciente: el Perú está de cabeza.

Estudiante sanmarquino

Facultad de Letras